La temporada navideña llegó, y con ella viene un torbellino de luces titilantes, emociones enredadas y demasiadas listas de tareas. Para muchas familias, las semanas entre Acción de Gracias y Año Nuevo pueden sentir como una montaña rusa de subidas de azúcar, rutinas alteradas y grandes sentimientos (tanto de niños como de adultos).
Para muchas familias, las fiestas pueden ser tanto mágicas como caóticas, y estamos aquí para ayudarte a prepararte para todo ello. Que sirva como recordatorio de que las fiestas pueden ser un poco complicadas, y aunque la temporada aporta mucha alegría, también hay otras emociones. Con un poco de planeación, mucha amabilidad y las herramientas adecuadas en tu caja de herramientas navideñas, podrás disfrutar de la temporada con más facilidad y aún más conexión.
1. Qué les pasa a los niños durante las fiestas
¿Rutinas? Por la ventana. ¿Azúcar? Por las hastes. ¿Expectativas? Muy alto. Aquí tienes por qué las fiestas pueden ser duras para los niños (incluso cuando están emocionados):
La previsibilidad desaparece
Los horarios escolares desaparecen, las rutinas de la hora de dormir cambian y cada día se siente diferente. Para los niños, especialmente los más pequeños, la rutina es igual a seguridad.
La sobrecarga sensorial es real
Luces brillantes, música alta, multitudes, comidas desconocidas, olores fuertes... todo puede acabar abrumando.
Aumentan las demandas sociales
Conocer a familiares, posar para fotos, sentar quieto en la cena... Puede ser mucho, especialmente para niños tímidos o neurodivergentes.
La presión emocional se acumula
Se espera ser feliz, agradecido, festivo durante las fiestas, incluso cuando los niños están cansados, celosos, decepcionados o simplemente no tienen ganas.
Cómo se ve esto a diferentes edades:
Los niños en edad preescolar pueden tener más berrinche, retroceder en las rutinas de sueño y volver pegajosos.
Los niños de primaria pueden quejar de dolor de estómago, irritar fácilmente o sentir más ansiosos.
Los preadolescentes pueden poner los ojos en blanco ante las tradiciones mientras en secreto se preocupan mucho. Los cambios de humor y la comparación social son comunes.
2. Estrategias proactivas para preparar a todos para el éxito
No necesitas un plan perfecto, pero tener un marco flexible puede ayudar a que todos se sientan más seguros y con más los pies en la tierra. Los niños prosperan con la previsibilidad, y cuando sus rutinas habituales se van, su sensación de estabilidad puede desaparecer con ella. Un plan flexible les da algo a lo que aferrar, incluso cuando el día se vuelve ajetreado, ruidoso o inesperadamente emocional.
El objetivo no es controlar cada momento, sino crear un punto de aterrizaje suave cuando las cosas se sientan bacheadas.
Mantén un pie en la rutina
Los niños se sienten seguros cuando saben qué esperar. Intenta:
Mantente en los horarios de comida y de dormir familiares tanto como puedas
Programa los tiempos de inactividad entre actividades
Almacena al menos una cosa previsible en el día de tu niño o una (como un cuento antes de dormir, un paseo diario o un abrazo matutino)
Preparad a los niños para lo que viene
Planes de avance: Habla sobre quién estará, qué pasará y cuánto durará
Emplea elementos visuales: Calendarios sencillos o listas de comprobación pueden ayudar
Elaborad un plan juntos: Hablad sobre qué hacer si se sienten abrumados (como un espacio tranquilo o una señal secreta)
Afloja tus expectativas
Las cosas no siempre salen según lo planeado. Está bien. Intenta decirte a ti mismo: "Vale, así que no salió como me lo imaginaba... Bueno, así es la vida."
Y si lo necesitas, siempre puedes crear un momento para pausar. Esto es genial no solo para los niños, sino también para padres ocupados. Puedes encontrar más ideas para encontrar calma en medio del caos navideño en este artículo para los afiliados a BrightLife Kids. Es fácil hacer miembro y es 100% gratis.
3. Herramientas del momento para los contratiempos navideños
Incluso los momentos navideños más alegres pueden cambiar de repente: una pelea entre hermanos bajo el árbol, una rabieta llorosa en una reunión navideña o una decepción envuelta en papel brillante. Estas sorpresas estacionales forman parte del viaje. Incluso con la mejor preparación, las emociones grandes aparecerán. Así es como enfrentarlos con calma y compasión.
Cuando tu niño o niña se enoja en una reunión
Aléjate a un lugar tranquilo
Ponte a su nivel y di algo como: "Tu cuerpo necesita un descanso. Vamos a hacer uno juntos."
Que decidan cuándo (o si) volver al grupo
Cuando la tristeza o la decepción brotan
Haz espacio para la sensación sin necesidad de arreglarla
Di: "Puedes sentirte feliz y triste. ¿Quieres tomarte un descanso o ya está?"
Valida las emociones antes de redirigir el comportamiento
Reinicios rápidos que realmente funcionan
Sensorial: Apretar un peluche, salir
Respiración: "Huele el cacao, enfría el cacao" (inhala por la nariz, exhala por la boca)
Anclaje: Encuentra 3 cosas rojas, siente tus pies en el suelo
Conexión: abrazo fuerte, caminar juntos, contacto visual
Las fiestas son una época de grandes emociones, buenas y malas. Cuando surgen emociones como la decepción y las cintas pegante, por supuesto que tu niño o celosis va a reaccionar de forma muy fuerte. Ayuda entender por qué responden así y tener algunas herramientas para superarlo. Puedes encontrar más herramientas en nuestro artículo para miembros "Cuando la magia navideña se siente un poco demasiado."
4. Cuidarte también
No puedes verter desde una taza vacía de cacao. Tu bienestar importa, no solo para ti, sino también para tu familia.
Las fiestas pueden despertar emociones complicadas, especialmente cuando hay familia extensa involucrada. Puede que te encuentres lidiando con consejos no aplicar, expectativas no expresadas o incluso viejas dinámicas familiares que te hagan sentir como un niño de nuevo, todo mientras crias a tu propio niño/a.
En momentos como estos, ayuda recordar que dos cosas pueden ser verdad a la vez: puedes querer a tu familia y aun así sentirte abrumado por ellas. Puedes sentirte agradecido y estresado. Mágico y al máximo. Lo que más importa es cómo te cuidas en medio de toda esa complejidad.
Esta es una oportunidad para mostrar a tus hijos que está bien luchar y que hay formas saludables de manejarlo. Eso puede significar tomar un descanso antes de reaccionar, decir que no a un tercer evento festivo en un fin de semana o establecer límites claros cuando alguien cuestione tu forma de criar.
No necesitas tenerlo todo controlado. Lo que tu niño/a necesita más es tu apoyo y presencia. Prueba algo sencillo como: "Estoy frustrada con Nana. Voy a tomarme un descanso y luego hablaremos." Ese momento de honestidad emocional es una lección que durará mucho más que la temporada.
Encuentra más formas de mantener la calma durante las fiestas en este artículo para socios.
El resumen navideño: Tú puedes con esto
Las fiestas no tienen que ser perfectas para tener sentido. Este año puedes poner límites, irte antes, saltarte un evento o hacer las cosas de forma diferente este año.
Si tu niño o niña tiene dificultades, no significa que fracasaste. Significa que son humanos — y tú también. Siendo flexible y preparado, puedes cerciorarte de que la fiesta sea divertida y memorable para todos.
¿Y si necesitas apoyo extra? El equipo de BrightLife Kids está aquí para ayudarte. Nuestro Entrenador Conductual puede apoyarte a ti y a tu niño/a, para que no tengas que apañártelo todo solo.
Esta temporada, deja ir las fiestas perfectas. En su lugar, abraza el que ya es perfectamente imperfecto — lleno de amor, crecimiento y pequeños momentos que más importan.
