Esperando con ansias el regreso a clases: Tu guía para las transiciones de regreso a clases
Por Craig Wales, Martes 12 de Agosto de 2025

La temporada de regreso a clases ya está aquí y con ella viene un torbellino de emociones. Algunos niños están emocionados de volver a ver a sus colegas o usar sus nuevos útiles. Otros pueden sentir nerviosos, inseguros o un poco de ambas cosas. Como Familia, la forma en que abordamos esta transición hace toda la diferencia.
Este año, cambiemos el guión y miremos con ansias el comienzo de la escuela. Al centrar en desarrollar resiliencia en los estudiantes de su familia y ofrecerles apoyo emocional, tendrá la capacidad de hacer que la transición sea más fluida este año. A continuación, le mostramos cómo facilitar el cambio y ayudar a que su hijo/a se sienta no solo preparado para la escuela, sino también esperanzado/a al respecto.
Las transiciones de regreso a la escuela toman tiempo
Pasar del modo verano al modo escuela es un gran cambio. Nuevas rutinas, nuevas aulas, nueva gente… eso es mucho. Está bien si lleva algunas semanas (o más) para que todos encuentren su ritmo.
Algunos niños pueden mostrar sus sentimientos a través de lágrimas o apego. Otros podrían actuar de forma extraña o aislar. Estas son reacciones normales que pueden tener los estudiantes jóvenes a medida que regresan a la rutina escolar.
Lo que más necesitan es apoyo emocional. Su presencia tranquila y constante puede ayudarlos a sentir que las cosas están yendo como deberían. Crear un ambiente hogareño que los apoye puede contribuir en gran medida a que se sientan cómodos.
Brindando apoyo emocional para su niño/a
Por qué el regreso a clases se siente importante
Comenzar un nuevo año escolar puede provocar todo tipo de emociones: emoción, nerviosismo e incluso un poco de miedo. Eso es completamente normal. La escuela es una gran parte del mundo de tu hijo/a, llena de nuevas personas, rutinas y expectativas.
Los niños pueden preocupar por cosas como:
Integrar con los colegas de clase o hacer nuevos colegas
Comprender material nuevo o mantener al día en clase
Acostumbrar al estilo y las reglas de un profesor diferente
Sentir seguros, vistos y aceptados por quienes son.
Incluso cuando el cambio es emocionante, también puede resultar incierto. Y la incertidumbre a menudo trae consigo preguntas como: ¿Perteneceré a este lugar? ¿Estaré bien? ¿Habrá alguien ahí si necesito ayuda?
Ahí es donde entras tú. Recuérdele a su hijo/a que está bien sentir nervioso. Estos sentimientos son parte del crecimiento. Y no tienen que afrontarlos solos. Estás ahí para ayudarlos en cada paso del camino.
Entendiendo el estrés
El estrés no siempre es algo malo. Un poco puede ayudarnos a afrontar nuevos desafíos, como probar algo por primera vez o conocer gente nueva. Es la forma que tiene nuestro cuerpo de preparar, como un superhéroe preparar para la acción.
Pero cuando el estrés persiste durante demasiado tiempo o empieza a parecer demasiado grande para manejarlo, puede interferir en la vida diaria. Ahí es cuando los niños necesitan cuidados y apoyo adicionales.
Es posible que notes señales como:
Dolores de estómago o de cabeza sin causa clara
Dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido o despertar sentir cansado
Dificultad para concentrar, incluso en cosas que normalmente disfrutan.
Evitar la escuela, las tareas o actividades que antes les gustaban
Enojar o frustrar más fácilmente de lo habitual
Estos comportamientos no son señales de que algo esté “mal” con su niño/a. Son señales que te permiten saber que tu niño/a está abrumado y necesita ayuda adicional.
¿Tienes curiosidad por saber por qué el regreso al cole trae consigo sentimientos tan fuertes? Lo explicamos y compartimos formas prácticas y comprobadas de ayudar a que su niño/a se sienta más tranquilo en este artículo para miembros.
Un plan para desarrollar resiliencia en los niños
Planear con anticipación, incluso en pequeñas cosas, puede ayudar a que el comienzo de clases parezca más previsible y menos abrumador. Cuando los niños saben qué esperar, se sienten más seguros al asumir nuevas rutinas.
A continuación se presentan algunas formas suaves de facilitar la transición de regreso a la escuela:
Comience con una transición de sueño para el regreso a clases. Cambie las horas de acostar y de despertar gradualmente durante la semana antes de que comiencen las clases. Esto ayuda a que los relojes biológicos de todos se ajusten, haciendo que las mañanas sean un poco más tranquilas.
Si puedes, visita la escuela con anticipación, aunque sea solo para caminar un poco o mirar por las ventanas. Volver a ver el edificio puede generar familiaridad y aliviar los nervios del primer día.
Hablen juntos sobre la rutina diaria: ¿A qué hora se despertarán? ¿Cómo llegarán a la escuela? ¿Cómo es el almuerzo? ¿A quién podrían ver? Cuanto más puedan imaginar los niños su día, más preparados se sentirán.
Puede que estos pequeños pasos no parezcan mucho, pero desarrollarán resiliencia en sus pequeños estudiantes. Poco a poco, ayudan a convertir el “¿Qué pasaría si…?” en “Lo tengo todo bajo control”.
Encuentre más ideas para establecer una transición fluida hacia el cronograma del año escolar en este artículo para miembros.
Reconectar con colegas
Si es posible, organice una cita para jugar o un encuentro antes de que comiencen las clases. Ver una cara amigable el primer día puede aliviar mucha ansiedad.
Incluso una visita corta al parque con un colega de clase puede ayudar a los niños a sentir más conectados y menos solos.
Preparen las cosas juntos
Deje que su hijo/a lo ayude a empacar su mochila u organizar los útiles escolares. Permítales dar su opinión a la hora de elegir una lonchera o carpeta. Sentir preparado genera confianza.
Y no olvides el equipamiento emocional: un objeto reconfortante en su bolso, una nota especial de casa o un mantra matutino compartido como: "Tú puedes con esto".
Apoyo emocional en el momento
Cuando aparecen los nervios, aquí hay algunas estrategias rápidas que puedes emplear:
Mantén la calma y la firmeza; los niños toman prestada tu energía.
Nombra el sentimiento: “Parece que te sientes preocupado”.
Ofrece una herramienta: una respiración profunda, un objeto para inquietar, algo que esperar con ilusión.
Mantenga las despedidas breves, dulces y seguras.
Luego, pregúntale luego de la escuela: “¿Qué fue algo bueno? ¿Qué fue lo complicado? Estas conversaciones fomentan la conexión y la resiliencia.
¿Buscas más ideas para aliviar el nerviosismo de la primera semana y favorecer la regulación emocional? Los miembros pueden encontrar herramientas prácticas en este artículo.
Sepa cuándo pedir ayuda y dónde encontrarla
Si el estrés de su hijo/a no disminuye con el tiempo o comienza a afectar su vida diaria, es una señal de que necesita más apoyo. Y no tienes que resolverlo solo.
Un buen lugar para comenzar es la escuela. Anime a su hijo/a a identificar a un adulto de confianza al que pueda recurrir cuando las cosas se sientan difíciles: un profesor, un consejero, un bibliotecario o incluso un amigo. Tener un adulto de referencia en la escuela puede ser una poderosa fuente de consuelo y seguridad.
¿Quieres ayuda para hablar de esto con tu hijo/a? Encuentre consejos para identificar ayudantes escolares y crear espacios seguros en este artículo para miembros.
Pedir ayuda no es una debilidad, es una forma poderosa de mostrarle a tu hijo/a que todos necesitamos apoyo a veces. Es valiente hablar cuando las cosas parecen demasiado grandes.
Un paso a la vez
No es necesario tenerlo todo resuelto. Elija una cosa pequeña para probar esta semana: una nueva rutina para la hora de dormir, una charla sobre lo que emociona o pone nervioso a su hijo/a o preparar la ropa la noche anterior.
Recuerda: esperar con ansias el comienzo de la escuela no significa pretender que todo es fácil. Se trata de ayudar a los niños a sentir apoyados, vistos y lo suficientemente fuertes para afrontar el momento.
Y si no estás seguro de por dónde empezar, no tienes que hacerlo solo. Nuestros Coaches BrightLife Kids están aquí para ayudar con orientación experta, estrategias reales y un oído atento para cualquier desafío que enfrente su familia. Los miembros pueden programar una sesión Coaching ahora mismo.
Tú puedes con esto. Y tus hijos también.